Llata

Esta es la primera vez que viajaré a Llata con la empresa Armonía que parte de la calle Leticia en el centro de Lima. Anteriormente había viajado desde Huaraz con carros particulares, pero esta vez sera distinto.

Alistare algunas cosas adicionales a los viajes anteriores ya que será un experiencia nueva en mis largos viajes de trabajo por el interior del país; el viaje durará aproximadamente unas catorce horas.

Despues de abordar el omnibus, me acomode y coloque sobre mi cuello mi cojín para que mi cabeza descansara mejor, saque el periodico y me puse a leer las noticias que resaltan el cuidado de nuestro planeta y el problema del calentamiento global.

A los pocos minutos despues de haber partido, una voz altisonante comenzó a promocionar sus unguentos mágicos que curaban todo tipo de enfermedades, disque hechas con hierbas naturales que el solo conocía, y que su correcta aplicación era en la frente de sien a sien. su discurso duro aproximadamente treinta minutos hasta que bajo cerca a Ancón.

Despues de esto, el viaje prosiguio hasta la entrada del serpentin de Pasamayo, donde se detuvo casi veinte minutos a recoger pasajeros.

El día comenzó a oscurecer y mis ojos comenzarón a cerrarse cuando de pronto el pasajero de mi lado derecho me pidio permiso porque queria bajar, ya que el cambio de llanta iba a demorar, ¿cambio de lanta? boh!, no me di cuenta de este detalle, asi que baje tambien y me di cuenta que seguiamos en Lima, cerca a Huacho, me dije a mi mismo que este viaje iba hacer una odisea, asi que solo me tranquilice.

El omnibus se había detenido en una curva que era muy peligrosa los vehiculos que circulaban tenían que detenerse para dejar pasar al otro que venía en sentido contrario.

Una vez llegado a Pativilca y entrado al desvío hacia Huaraz y haber cruzado el peaje, el omnibus se detuvo en un restaurante solitario, el ayudante del chofer nos conmino a bajar para cenar.

Tenia hambre y no iba a dejar pasar este restaurante ya que, al paso que ibamos no era seguro cuando llegaría a Llata; lo primero que hice es ir al baño mientras escuchaba una musica que provenia del restaurante que me hizo recordar mi infancia.

No lo podía creer!!, estaba casi en una parte olvidada del Perú, con mesas con polvo, sin servicios básicos disponibles, pero mis oidos no se equivocaban, la música que provenía del restaurante, era aquella que escuchaba cuando niño en el tocadiscos de vinilo de mi padre, era un LP 33 rpm, lo recuerdo como si fuera ayer, era Ray Coniff!!, aqui en Pativilca!!, en un restaurante de carretera, me quede atonito, pensando, seguro es una radio local que se equivoco en seleccionar su programación, pero no!!, era un CD, porque llegue a escuchar cuatro canciones de Ray Coniff en el mismo orden en que estaba en el LP de 33 rpm.

Quise preguntarle a los que atendían, quien puso ese disco, pero no puede porque estaban muy ocupados.

Despues de pagar la cuenta los pasajeros retomaron sus asientos y continuo el viaje, eran las ocho de la noche aproximadamente.

Al cabo de las once, comence a sentir frio, me abrigue y me qude dormido hasta que llegue a LLata, eran las tres de la madrugada, algunos pasajeros bajarón, yo no baje, me quede a dormir hasta la seis cuando escuche una voz que gritaba Punchao!, Punchao.